viernes, 3 de junio de 2011

Leyendo a Capote

"Me duele cuando pienso en él solo en el parque, y que no lloré cuando vino la policía a avisarme. Debí haber llorado. Por él, se lo debía. Le debía un puñetazo en la mandíbula, también." Truman Capote, "Música para camaleones", 1980